Washington Muñoz Donoso

1948-1973

El compañero Washington Redomil Muñoz Donoso nació en 1948 en la ofician salitrera Peña Chica, Iquique, por lo que el día de su ejecución ocurrida el 19 de octubre de 1973 tenía sólo 25 años de edad. Era profesor de historia, dirigente socialista de Antofagasta y ejercía como interventor del gobierno de la Unidad Popular en la Compañía de Cervecerías Unidas, CCU, fábrica situada entonces en la costa centro norte de la ciudad.

Su padre, Washington Muñoz, fue un famoso futbolista conocido como el “huacho” Muñoz que jugó profesionalmente en el Club Audax Italiano y al nacer su hijo le heredó no sólo el nombre sino que también el apodo que los pampinos redujeron a “huachín”. Una vez que la familia se trasladó a Iquique, instalaron su hogar en la calle Dieciocho de Septiembre entre José Miguel Carrera y Primera Sur. De esta
forma, “huachín” Muñoz comenzó su etapa de iquiqueño siendo matriculado en la Escuela Santa María Nº 1, luego ingresó al Liceo de Hombres para cursar sus estudios secundarios y posteriormente inició la enseñanza superior en la Universidad del Norte, Sede Antofagasta, matriculándose en la carrera de Pedagogía en Historia.

​Su madre fue Carmen Donoso, funcionaria del Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional de Iquique, y con ella solidificó fuertemente los lazos afectivos cuando sus padres se separaron. La señora Carmen tuvo especial preocupación en que su único hijo tuviese una formación integral y lo inscribió en el Teatro Municipal para que recibiese clases de piano, de esta manera a muy temprana edad pudo interpretar variados temas clásicos y populares con los que sorprendía permanentemente a sus amistades y conocidos. Asimismo, como hijo de futbolista llevaba en la sangre la afición hacia el popular deporte militando en el Club Libertad, entidad que defendió en las ligas infantil y juvenil, teniendo que suspender su actividad futbolera local por el traslado a Antofagasta para comenzar su etapa como estudiante universitario. Entretanto, obtuvo una beca de estudios por seis meses en la lejana isla Borinquén, conocida también como Puerto Rico, de allí provenía su costumbre de interpretar en el piano la conocida canción “En mi viejo San Juan”.

En la Universidad del Norte comenzó una nueva fase de su vida, era el año 1967 y en el mundo, América Latina y Chile, se vivía una etapa de alta preocupación por los problemas sociopolíticos y en lo específico, la universidad se encontraba ad portas de un proceso de reformas, fenómeno iniciado en la Católica de Valparaíso y luego expandido a los centros universitarios de todo el país. Washington Muñoz no dudó e ingresó al grupo reformista que se articuló bajo el nombre de O´Tempora, colectivo que durante 1969 impulsó un avanzado proceso de transformaciones en la Norte, especialmente con la definición de un nuevo rol de la universidad, en este caso al servicio del pueblo y con la aprobación de la participación estudiantil y de trabajadores en la elección de autoridades, así como en la integración con derecho a voto de representantes de los tres estamentos en los organismos colegiados de dirección universitaria.

Junto a su participación como dirigente del Centro de Alumnos de la carrera de Historia y en la Federación de Estudiantes de la Universidad del Norte, FEUN, “huachín” Muñoz decidió comenzar a militar políticamente e ingresó a la juventud del Partido Socialista. Participó activamente en el movimiento estudiantil en los últimos años del gobierno democratacristiano y en enero de 1970 fue detenido por carabineros acusado de solidarizar con un grupo de pobladores que habían efectuado una toma de terrenos en las canchas de fútbol ubicadas frente a su casa en Iquique.

Con la llegada de la Unidad Popular al gobierno intensificó su participación política y en agosto de 1971 fue elegido secretario general (presidente) de la Juventud Socialista de Antofagasta, participando además como delegado en la Conferencia Nacional de la entidad efectuada durante el mismo mes en Concepción. Conjuntamente, reconociendo su alta capacidad política e intelectual, fue nominado por las autoridades del Ministerio de Economía que dirigía Pedro Vuskovic, como interventor de la CCU de Antofagasta cuando el gobierno popular decidió traspasarla al Área de Propiedad Social. Posteriormente, en noviembre de 1972 fue elegido dirigente del Partido Socialista, en el Congreso Regional Extraordinario en el que, alcanzando una alta votación, fue nominado como jefe del Frente Interno, cargo que mantuvo hasta septiembre de 1973.

A tempranas horas del día del golpe militar, “huachín” Muñoz junto a un reducido número de dirigentes socialistas enrumbó hacia la CCU, fábrica que destacaba como eje del Cordón Industrial Norte de Antofagasta, por lo que había sido designada punto de concentración de los militantes en caso de derrocamiento del gobierno popular. Posteriormente, ante la nula capacidad para resistir debido a la enorme disparidad de fuerzas, participó en los intentos por mantener un ordenado repliegue e iniciar el trabajo clandestino. Durante los primeros días de la Dictadura comenzó a ser buscado intensamente por las nuevas autoridades y aproximadamente un mes después, no pudiendo mantenerse oculto, se entregó a los militares estando dispuesto a asumir su responsabilidad como dirigente y funcionario de la Unidad Popular. En las investigaciones iniciadas para descubrir algún delito durante su cargo como interventor de la CCU no fue encontrada irregularidad alguna.

En los pocos días en que estuvo detenido fue torturado salvajemente, en especial por los integrantes de la comitiva proveniente de Santiago que encabezó el delegado presidencial General Sergio Arellano Stark, también llamada la caravana de la muerte. La madrugada del 19 de octubre, junto a otros trece dirigentes, fue sacado de la cárcel y trasladado a la Quebrada del Way en donde todos fueron ejecutados y sus cuerpos trasladados a la morgue de Antofagasta, pequeño recinto demasiado estrecho para recibir los 14 cadáveres, por lo que muchos fueron dejados en la vereda.

Posteriormente, durante 1980, el general Joaquín Lagos, jefe de la Primera Zona Militar en Estado de Sitio en 1973 y a raíz de una querella por homicidio interpuesta por Carmen Donoso junto a otros dos familiares de los ejecutados, declaró como imputado señalando que los fusilamientos ocurrieron sin su conocimiento y que los integrantes de la comitiva de Arellano Stark sin autorización alguna, sacaron a los dirigentes para asesinarlos al margen de todo procedimiento legal. Los dos generales no cumplieron siquiera un día de cárcel por los graves hechos, eludiendo su responsabilidad y culpándose entre ambos patéticamente. No obstante, a diferencia del resto de ejecuciones ocurridas en el norte del país, Joaquín Lagos ordenó que los cuerpos de los militantes de izquierda fuesen entregados a sus deudos, así la señora Carmen pudo traer su hijo a su tierra natal y sepultarlo en el cementerio Nº 1, en el velatorio y el cortejo fue acompañada silenciosamente, entre familiares y algunas amigas, por los participantes de la antigua toma de terrenos. En la tumba de “huachín”, donde hoy reposa junto a su madre y abuelos, hay una placa que dice: “Washington Muñoz Donoso, murió por el socialismo y por el socialismo vivirá”, fue colocada en 1990 durante el primer homenaje que sus antiguos compañero le rindieron en Iquique.

Luis Espinoza Garrido
Periodista Dirigente Regional del Partido Socialista de Antofagasta en 1973
​ http://interactivos.museodelamemoria.cl/victimas/?p=158

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *