Gustavo Fiamma Olivares
ANTECEDENTES PREVIOS
El 23 de noviembre de 1879, día del desembarco y toma pacífica de Iquique, no habría sido posible sin los desembarcos de Pisagua y Junín del 2 de noviembre de ese mismo histórico año. Estas acciones más la batalla de Dolores influyeron en la entrega del puerto de Iquique, que estaba bloqueado desde el 15 de noviembre por el blindado Cochrane y la cañonera Covadonga.
“El 2 de noviembre de 1879, a las 6 de la mañana, los buques de guerra se separaron del convoy para dar comienzo a la operación sobre Pisagua, atacando las fortificaciones enemigas, que respondieron al fuego de los cañones chilenos. Hubo algún atraso en la llegada de los transportes, pero ya a las 9 comenzaron a llegar a las playas, oleadas de embarcaciones manejadas por oficiales de la escuadra, llevando las tropas asaltantes que combatían inmediatamente contra las guerrillas bolivianas y peruanas que trataban de obstaculizar el desembarque que se efectuó con éxito.
A la 11 de la mañana entraban a caleta Junín, al sur de Pisagua los transportes Itata y Amazonas y la corbeta Magallanes para iniciar el desembarque de la 1ª división. La defensa era pequeña y se retiró ante el cañoneo de la Magallanes.
El comandante Lynch dirigió el desembarque con gran éxito, ya que pudo colocar rápidamente en tierra 1.500 soldados de infantería y una batería de cañones de montaña, en playas de malas condiciones y sin muelles. El 3 de noviembre Lynch desembarcó el regimiento Granaderos y zarpó a Pisagua. También dejó en tierra el resto de la artillería.
Las acciones del Ejército y la Armada en Pisagua y Junín constituyeron un triunfo, a la vez que permitieron al ejército tener la primera posición estratégica en territorio peruano.
Una vez ocupado el puerto de Pisagua el general Escala dispuso tomar la importante oficina de Dolores, que pertenecía a uno de los cantones salitreros del Perú.
Los directores de la guerra de los países enemigos, ante la invasión chilena en la provincia de Tarapacá, dispusieron que el ejército boliviano al mando de su jefe y presidente de esa nación, general Daza, marchase desde Tacna al sur a reunirse con el ejército peruano que mandaba el general Juan Buendía en Iquique. Ambos ejércitos debían combatir unidos a los invasores.
Daza llegó hasta la quebrada de Camarones y regresó a Arica con la decepción de sus aliados y compatriotas. Buendía, con un ejército peruano-boliviano de 10.000 hombres, salió desde Iquique hacia la región pampina, decidiéndose por la batalla al encontrarse con fuerzas chilenas de 6.000.hombres, al mando del coronel Emilio Sotomayor, en las vecindades de Dolores o San Francisco.
El 19 de noviembre de 1879, el ejército de Buendía fue derrotado en esa importante batalla. A continuación se retira hacia Tacna por la vía interior, acampando en el trayecto en el pueblo de Tarapacá. Perseguido por una división chilena, se desarrolla en Tarapacá un cruento combate, sostenido principalmente por el regimiento 2º de Línea al mando del teniente coronel Eleuterio Ramírez (el león de Tarapacá). Mueren en esa acción heroica, el comandante Ramírez, parte de la oficialidad y numerosos soldados” (Juan Agustín Rodríguez S., “Almirante Patricio Lynch Solo de Zaldívar”).
De este modo, esas acciones navales y militares fueron tremendamente decisivas en la posterior ocupación pacífica del puerto de Iquique, que estaba bloqueado desde el 15 de noviembre por el blindado Cochrane y la cañonera Covadonga.
En el desembarco y toma pacífica de Iquique, el 23 de noviembre de 1879, relumbra la figura del Capitán Miguel Gaona Yáñez. ¿Quién era? Rememoraremos, en lo poco que sabemos, su sobresaliente y heroica trayectoria. Prat clavó la bandera de Chile en la rada de Iquique y Condell, en Punta Gruesa; Gaona, Latorre, Sotomayor, Linch…en el Colorado, en Cavancha, en el barrio El Morro, en el cerro Dragón. Gracias a ellos: ¡Esta tierra y este mar es nuestro! “Sépalo el Gobierno de Santiago, sépalo el Congreso de Chile: el territorio de Tarapacá es indestructiblemente e irrevocablemente chileno desde el 21 de mayo de 1879, como Chile fue libre desde el 18 de septiembre de 1810” (palabras de Benjamín Vicuña Mackenna).
I.-MIGUEL GAONA YÁÑEZ Y EL “CURSO DE LOS HÉROES”
“El libro expediente de los cadetes aceptados el primer año de funcionamiento del nuevo plantel registra los nombres de los siguientes jóvenes ingresados en calidad de cadetes internos y becados, los que aparecen indicados por provincia: Juan José Latorre Benavente y Wenceslao Frías Meneses (Atacama); Carlos Condell de la Haza (Coquimbo); Francisco
Caupolicán Ibánez Guzmán y Manuel García (Aconcagua); Santiago Amengual Novajas y
Carlos Porter (Valparaíso); Roberto Baeza Larrain (Santiago); Luis Anacleto Castillo Goni
(Colchagua); Jorge Montt Alvarez y Agustín Garrao Calonjo (Talca); Ramón Luis Uribe
Orrego y Miguel Gaona Yáñez (Maule); Martín Segundo Vega (Nuble); Neftalí Nogueira
Venegas y Guillermo Pena Urízar (Concepción); Arturo Prat Chacón y Lorenzo Herrera
Castro (Arauco); Constantino Bannen Pradel y Miguel Asenjo Flores (Valdivia); Ignacio
Segundo Barceló Carvallo y Mariano Rojas Velásquez (Chiloé), a los que se sumaban Emilio
Valverde, Ricardo Costa, Francisco Javier Molinas Gacitúa y José Andrés Arroyos Villarreal,
grupo del cual ocho fueron separados del plantel durante los dos primeros años de estudio:
los cadetes Amengual, Arroyos, Asenjo, Barceló, Herrera, Ibáñez, Rojas y Vega” (historianaval.cl).
Los jóvenes Prat y Uribe formaron parte del llamado «Curso de los Héroes», integrado, entre otros, por Constantino Bannen Pradel, Carlos Condell de la Haza, Wenceslao Frías Urrutia, MIGUEL GAONA YÁÑEZ, Juan José Latorre Benavente, Francisco Javier Molinas Gacitúa, Carlos Moraga Suzarte, Jorge Montt Álvarez, Guillermo Peña Urízar, Emilio Valverde Prieto, por nombrar los más importantes, todos ellos personajes destacados en la Guerra del Pacífico (https://www.armada.cl.m/tradicion-e-historia/efemerides-navales/.agosto/28-de-agosto-de-1858).
II.-ANTECEDENTES FAMILIARES
El distinguido Oficial nació en la hermosa región del Maule. Formó feliz matrimonio con doña Ana María Evans Lyndsay (bibliotecadigital.dipres.gob.cl).
III.-EN LA GUERRA CONTRA ESPAÑA
“Del capitán de fragata Miguel Gaona la historia señala que participó en misiones de transporte en la guerra con España” (Enrique Merlet Sanhueza, La Escuela Naval de Chile, Historia, Tradiciones y Promociones, Editado por la Escuela Naval “Arturo Prat”, noviembre 2013, p. 65, en historianaval.cl).
IV.-EL INSTRUCTOR DE CADETES
Miguel Gaona fue Instructor de cadetes hacia 1871, junto a Arturo Prat, Ignacio Serrano, y Federico Chaigneau” (Enrique Merlet Sanhueza, “LA MARINA DE CHILE DÍA A DÍA. Bitácora de sus Efemérides y Hechos Principales”, Editor Armada de Chile, 2007, p. 387).
V.-SU DESTACADA ACTUACIÓN EN EL “COMBATE DE ANGAMOS”
“Fue un Oficial de sobresaliente actuación, como segundo comandante del «Cochrane», durante la captura del «Huáscar» (8-10-1879) (Enrique Merlet Sanhueza, La Escuela Naval de Chile, Historia, Tradiciones y Promociones, Editado por la Escuela Naval “Arturo Prat”, noviembre 2013, p. 65, en historianaval.cl).
“La puntería de los artilleros chilenos dirigidos por el Capitán de Corbeta Miguel Gaona era tremendamente certera, causando estragos en la tripulación del buque peruano, porque se usaban granadas perforantes Pallisier, las que estallaban al momento de perforar la coraza” (https://www.armada.cl/tradicion-e-historia/principales-acciones-navales/la-guerra-del-pacifico/batalla-naval-de-angamos-8-de-octubre-de-1879).
VI.-DESEMBARCO Y TOMA DE IQUIQUE AL MANDO DEL CAPITÁN GAONA
El 23 de noviembre de 1879 es un día inolvidable, El sacrificio de Prat, Serrano, Aldea, Riquelme y demás tripulantes de la Esmeralda en Iquique, no había sido en vano. Las victorias de Angamos, Pisagua, Junín y Dolores empezaban a dar valiosos frutos en el bando chileno.
LA RENDICIÓN DE IQUIQUE
“Consecuencia directa del resultado del combate de Dolores fue la rendición de la plaza de Iquique.
En una reunión que sostuvieron el Ministro Sotomayor y el General en Jefe después de Dolores, quedó acordado que el General Escala, con una columna de 2.000 hombres, marcharía al sur para apoderarse de Iquique, mientras que el Ministro organizaría una expedición marítima, que incluiría 1.O00 soldados del Ejército: el Batallón Esmeralda y el Lautaro, desde Pisagua. En la conferencia mencionada quedó determinado que se solicitaría la rendición de la ciudad solamente cuando el General en Jefe estuviese presente para recibir la plaza. Conforme a este plan, Sotomayor bajó inmediatamente a Pisagua para preparar la expedición, pero al llegar al puerto encontró a la Covadonga, nave que había quedado bloqueando lquique y que por orden del Comandante Juan José Latorre había navegado a Pisagua para comunicar al Ministro que el puerto se había rendido el 22 y había sido ocupado por fuerzas de la Armada al día siguiente, 23 de noviembre” (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, ps. 269-270).
EL ABANDONO DE LAS TROPAS PERUANAS DE IQUIQUE Y SU ENTREGA AL CUERPO CONSULAR
“El 22 de noviembre, desde Santa Catalina, el General Buendía había enviado un telegrama al Coronel José Miguel Ríos, Comandante de la V División del Ejército del Sur, de guarnición en Iquique, ordenándole abandonar la ciudad y marchar hacia la aldea de Tarapacá, para unir sus tropas a las que él comandaba. El Coronel Ríos se preparó para cumplir lo ordenado tratando de no entregar la ciudad a los chilenos, para evitar que éstos se apoderaran de implementos que pudieran serles útiles. Ordenó clavar los cañones de los fuertes de El Morro y El Colorado y arrojar al mar los bastimentos acopiados y la existencia de Parque que sus soldados no pudiesen transportar. El Coronel Ríos, antes de abandonar la ciudad, se hizo presente ante el Cuerpo Consular y manifestó a los Cónsules Sres. J.N. Merriam, de Estados Unidos; Hugo Rossi, de Italia; Jervell, Vice- Cónsul británico; M.F. Aguirre, de Ecuador; Encargado del Consulado Argentino; J. Corssen de Alemania; H.J. Schmidt de Austria-Hungría y E. de Laperyrouse, Vice Cónsul de Francia que, en cumplimiento a órdenes superiores, debía trasladarse al interior. Al mismo tiempo les informó que les entregaba la plaza, advirtiéndoles que quedaban en ella los sobrevivientes de la Esmeralda, excepto los oficiales, que habían sido trasladados a Tarma” (9 oficiales y un civil) (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, p. 270).
IQUIQUE AL MANDO DEL CUERPO CONSULAR
“Para impedir cualquier acto de violencia, los cónsules organizaron patrullas con los miembros extranjeros del Cuerpo de Bomberos, ya que la policía había abandonado la ciudad y luego entraron en contacto con el Jefe del bloqueo chileno, Comandante Juan José Latorre, con quien se entrevistaron a bordo del Cochrane, para informarlo de lo ocurrido en la ciudad. De inmediato el Comandante Latorre despachó a la Covadonga
hacia Pisagua para comunicar a las autoridades chilenas la rendición de Iquique.
En su parte, el Comandante en Jefe de la Escuadra, anotó las siguientes frases, luego de informar de su entrevista con los cónsules y comunicar el abandono de la plaza por el Coronel Ríos:». . . después de haber hecho entrega de ésta al Cuerpo Consular, lo que ponían en conocimiento del que suscribe para que tomara las medidas que creyera oportunas. Dispuse, en consecuencia, que al día siguiente por la mañana desembarcaran 125 hombres de la División bloqueadora, al mando del Capitán de Corbeta graduado MIGUEL GAONA, a tomar posesión de la plaza, en nombre de la República de Chile, nombrando, mientras daba cuenta a U.S., a dicho jefe con el carácter de GOBERNADOR CIVIL Y MILITAR».
Más adelante, Latorre agrega: «Se tomó posesión de la Aduana, en la cual no había existencia alguna de artículos, convertida a la sazón en cárcel pública, custodiada por el Cuerpo de Bomberos, los que fueron relevados por nuestra tropa y el resto de ella se acuarteló en una recova; de la Prefectura, del Juzgado y, en general, de todas las oficinas públicas, donde solamente en la Aduana y Resguardo había dejado el enemigo prófugo algunos libros de su archivo».
Especial preocupación, de Latorre fue la situación de los sobrevivientes de la Esmeralda, en especial desde el momento en que los señores cónsules le hicieron presente en un acta o memorándum, que para ellos existía «la imposibilidad de garantizar la vida de los prisioneros chilenos al dejarlos en libertad». Por ello, apenas desembarcada la fuerza chilena, se buscó a los heroicos compañeros de Prat. El escritor naval, Comandante Rodrigo Fuenzalida, describe con estas palabras aquel momento: “los prisioneros de la Esmeralda, que yacen en los sótanos de la Aduana, se encuentran seriamente amenazados por las turbas de negros y zambos que empiezan a llenar las calles principales» (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, ps. 270-271).
EL EMOTIVO ENCUENTRO CON LOS SOBREVIVIENTES DE LA ESMERALDA
«Apenas llegaron, la tropa chilena marchó formada a la Prefectura, que al mismo tiempo era el edificio de la Aduana y sacaron de allí, con muestras de fervoroso entusiasmo y entre abrazos y efusiones de profunda simpatía y cariño, a los 49 prisioneros de la tripulación de la heroica corbeta Esmeralda, hundida en holocausto a su Patria el 21 de Mayo, después de aquel homérico combate, que fuera el pináculo de las glorias navales de Chile.
A las ocho regresaban los botes a bordo del Cochrane, donde los náufragos de la inmortal corbeta eran recibidos con el ceremonial que se merecían. Toda la tripulación del blindado, vestida de parada, esperaba a sus compañeros, formada, parte en cubierta y parte en las vergas y apenas éstos pusieron pie en el portalón, resonaron; ¡vivas! estrepitosos, al mismo tiempo que el Comandante Latorre, a nombre de la Nación, con sentidas palabras, los felicitaba por su conducta» (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, p. 272).
LA PROCLAMA DE SOTOMAYOR (24-11-1879)
Por medio de una proclama fechada el día 24, se garantizó a la población iquiqueña las más amplias Iibertades. El texto de la proclama del Ministro de Guerra, don Rafael Sotomayor, transcrita por el escritor Francisco Machuca, expresa lo siguiente:
«Habitantes de Iquique:
La ocupación sin resistencia de esta importante plaza que está desde ayer sometida a las autoridades chilenas, impone a éstas, respecto de los neutrales y de los habitantes pacíficos de la ciudad, deberes que ellos conocen y sabrán cumplir escrupulosamente.
A la sombra de la bandera chilena , aquí, como en todas partes, las garantías individuales hallarán toda clase de respeto y tendrán libre expansión las manifestaciones de la vida activa de un pueblo laborioso.
Establecido el orden, que no ha sufrido la más leve perturbación desde el momento en que las autoridades chilenas pisan este territorio, garantiza la propiedad y asegura la tranquilidad futura de esta comarca; el comercio puede continuar sus labores fecundas,
bajo la fe de la palabra del Gobierno de Chile, que le promete y le dará la más amplia protección.
Uno de sus Ministros lo asegura en su nombre y los neutrales saben que Chile cumple sus compromisos, muy especialmente cuando ellos tienen por objeto fomentar las industrias y el comercio, que dan la vida a los pueblos.
Tanto mayor derecho tenemos a que se nos crea, cuando es sabido que Chile debe tanto al trabajo de sus hijos y a las garantías que hallan en su suelo los extranjeros laboriosos, su larga paz interna, su prosperidad, su riqueza, vitalidad de que ha sabido dar pruebas en las circunstancias más difíciles de su vida.
¡Al trabajo! es la palabra de orden de las autoridades chilenas de Iquique. Que cada uno vuelva a sus labores cotidianas. A reparar con nuevos esfuerzos las calamidades de la guerra y a restablecer la corriente comercial que es el lazo sólido de unión entre los pueblos cultos” (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, ps. 272-273).
PATRICIO LYNCH
“El Ministro Sotomayor procedió a nombrar al Capitán de Navío Patricio Lynch como Jefe Político y Militar de Iquique, medida que recibió la aprobación del Supremo Gobierno; por decreto del 12 de diciembre de 1879, extendió el nombramiento oficial. Comenzaba así el Comandante Lynch una brillante carrera en el orden administrativo. Su secretario y asesor legal fue el abogado Daniel Carrasco Albano” (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, p. 273).
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LA JUNTA MUNICIPAL (25-11-1879)
El Comandante Lynch reemplazó la Junta Municipal por una Junta de Personalidades, cuya Acta de Constitución, expresa:
“En Iquique a 25 de noviembre de 1879, reunidos los Señores nombrados para formar la Junta Municipal, a saber: Edo. Lapeyrouse, J.J. Wattson, Edo. Llanos, Mauricio Jewell, Máximo Rosentock, Carlos Frerautt, Ugo Rossi, G.H. Schmidt y Marcos J. Aguirre, bajo la presidencia del Sr. Gobernador Civil y Militar de la Plaza, Comandante don Patricio Lynch, se declaró abierta la sesión.
El Sr. Presidente indicó que la Junta debía proceder al nombramiento de los Sres. Inspectores principiando por elegir las personas que deban reemplazarle; como Presidente, en los casos de enfermedad o ausencia. Concedida la palabra y después de una ligera discusión se resolvió que la Junta se compondrá de:
Un Alcalde,
Un Teniente Alcalde,
Dos Síndicos,
Un Inspector de Policía Higiene y Mercado,
Un Inspector del Hospital, Cementerio y Camal,
Un Inspector de Cárceles,
Un Inspector de Espectáculos Públicos, Ornato y Agua
Y un Secretario Municipal.
Antes de dar principio a las elecciones el señor Presidente nombró en calidad de escrutadores a los Señores Ugo Rossi y Marcos J. Aguirre que accidentalmente desempeñaban el cargo de Secretario.
En seguida se procedió a nombrar Alcalde Municipal, siendo nueve el número de votantes: hecho el escrutinio resultó electo por 6 votos el Sr. Edo. Lapeyrouse; habiendo obtenido 1 voto el Sr.Rosentock, 1 el Sr. Wattson, 1 Llanos y 1 Aguirre.
Inmediatamente se hizo el nombramiento de Teniente Alcalde, resultando del escrutinio electo Don Máximo Rosentock por 5 votos y obteniendo además, 1 Rossi, 1 Wattson, 1 Llanos y 1 Aguirre.
Se pasó en seguida a elegir síndicos, hecha la votación y escrutinio fueron nombrados los señores G.H. Schmidt por 6 votos y Edo. Llanos por 5 votos, habiendo obtenido 2 el Sr. Rossi, 4 el Sr. Wattson, y 1 el Sr. Jewell.
Acto seguido se procedió a nombrar Inspectores para los diversos ramos á que debe atenderse: hecha la votación y escrutinio, por cada uno separadamente resultaron electos por mayoría de votos los señores siguientes:
Ugo Rossi – Inspector de Policía, Higiene y Mercado,
J.J. Wattson – Inspector del Hospital, Cementerio y Camal,
Carlos Freraut – Inspector de Cárceles,
Mauricio Jewell – “ Espectáculos, Ornato y Agua.
Ante de levantar la sesión, varios Sres. Indicaron que era necesario nombrar al Secretario recayendo la elección en D. Marcos J. Aguirre.
Con lo cual se concluyó esta acta, quedando instalada en esta forma la Junta Municipal, firmando los presentes”.
LA VISITA AL CEMENTERIO: ¡AQUÍ ESTÁ LA SEPULTURA DE PRAT!
“Una de las preocupaciones de los chilenos fue ubicar las tumbas de Prat y Serrano, para lo cual se impartieron instrucciones precisas. Arturo Benavides Santos, soldado del Lautaro, testigo presencial de los hechos, narra en la siguiente forma el hallazgo del sepulcro de los héroes de Iquique: «Dos o tres días después de la llegada, las compañías hacían ejercicios de armas en las inmediaciones del cementerio. Cuando se dio descanso, casi todos nos dirigimos a él y lo recorrimos en todas direcciones. De pronto alguien gritó: » ¡Aquí está la sepultura de Prat!» Corrimos todos en la dirección que se indicaba y nos detuvimos
.respetuosos a contemplar las tres sencillas cruces de madera pintadas de color blanco, que la mano piadosa de un español colocó en las sepulturas que les preparó. Una tenía el nombre del Capitán Prat, otra la del Teniente Serrano, y la tercera decía sencillamente «tripulantes de la Esmeralda». Todos nos mirábamos en silencio. Luego uno se sacó el quepí y todos lo imitaron. ..después de aIgunos instantes alguien se arrodilló y los demás siguieron su ejemplo. Un momento después una voz dijo: «Por el Capitán Prat, y héroes de la Esmeralda». Y recitó la primera parte del Padre Nuestro. . . y todos coreamos la segunda parte. Y tras cortos instantes de silencio, nos fuimos retirando. No creo que haya llegado al trono del Altísimo una plegaria más sencilla y sentida que la de los humildes soldados del Lautaro en esa ocasión. . .» (Historia del Ejército de Chile, tomo V, Edición 1981, corregida en 1985, ps. 273-274).
VII.-SU TRAYECTORIA AL MANDO DE LA CAÑONERA MAGALLANES
En 1880 la cañonera Magallanes regresó de Ilo a Arica al mando del Capitán de Corbeta MIGUEL GAONA YÁÑEZ y bombardeó las fortificaciones del puerto junto al blindado «Blanco» y transporte «Angamos».
Posteriormente, fue sometida a reparaciones en Iquique.
El 7 de junio de 1880, cuando el Ejército chileno se apoderó del Morro de Arica, apoyó con su artillería a las tropas, bombardeando los fuertes del Morro.
Luego de esta acción se le envió a El Callao a reforzar la flotilla de torpederas que allí se mantenía.
El 20 de diciembre de 1880 participó en el convoy que llevó al Ejército desde Pisco a Curayaco, donde sus tropas desembarcaron para atacar las defensas de Lima.
El 4 de enero efectuó un reconocimiento de las defensas peruanas, especialmente de aquellas de Chorrillos y Miraflores.
Después de la ocupación de Lima, el 25 de enero de 1881, fue enviada a bloquear Chilca.
Terminada la guerra, en 1885, al mando del Capitán de Fragata MIGUEL GAONA YÁÑEZ efectuó el levantamiento de las bahías de Arauco, Colcura, Lota y caletas anexas” (Academia de Historia Naval y Marítima de Chile, La cañonera Magallanes, facebook.com)
VIII.-SU FINAL
Tuvo que abandonar el servicio naval en 1885 (una vez terminado el conflicto comenzado en 1879) por razones de una «violenta enfermedad que lo obligó a dejar sus labores para regresar a Valparaiso»,
Entregado el mando de la «Magallanes», quien resolviera donar el diez por ciento de la parte que le correspondió por la presa del Huáscar» para erigir un monumento en el Cementerio
2 de Valparaíso, destinado a los jefes y oficiales de la Armada, y en la guerra se hiciera acreedor a dos medallas de oro con cinco barras por las acciones en que tomó parte activa, falleció en septiembre de 1888, año que los restos de su compañero Prat fueran traídos a Valparaíso (Enrique, Merlet Sanhueza, “La Escuela Naval de Chile, Historia, Tradición y Promociones, Editado por la Escuela Naval Arturo Prat, noviembre 2013).
SANTIAGO, noviembre 23 de 2022.-