La Repostería Local

Amplia y variada es nuestra repostería local. Tal vez sea el chumbeque el dulce más representativo. Nos identifica y nos simboliza como tal. Lo mismo que el alfajor de Pica y Matilla. El lucumí, los turrones, entre tantos otros, componen, junto a helados y jugos la sobremesa local.

Chumbeque

Bernardo Guerrero Jiménez

Nacemos sabiendo que en la vieja vitrina hay una bandeja con chumbeques. Están ahí como si fuera una vieja foto colgada con el equipo de Iquique campeón de Chile del año 1943. Ambos nutritivos, por ciertos. Pero, aclaremos en la época de las banderas negras, tal bandeja no existía, pero si esa foto.

Por cada negocio, despachos para ser más exactos, atendido por decenas de migrantes venidos de todas las partes del mundo, se expendía este dulce tan nuestro. Se utilizaba el papel suave en la que se vendían las manzanas para envolver tan preciado bien.

El chumbeque es la metáfora de la ciudad. Hay que comerlo y leerlo en esa dirección. Nos simboliza en cuanto es un dulce de todos y de nadie. Sus raíces se pierden en esa larga travesía que empieza en Cantón, San Francisco, Lima e  Iquique. Esto, si aceptamos que esa es su línea de origen.

El chumbeque tiene en su desarrollo dos momentos. Uno local y otros globalizado. Me crié con el primero, con ese dulce que estaba presente en toda la ciudad, del puerto hasta Cavancha, del Morro a Pueblo Nuevo. Fue por mucho tiempo el competidor del pan, pero fue solo eso, un complemento. El pan ya sabemos tiene dimensiones más allá de la nutrientes. Hoy existe una industria del chumbeque, cuyo gestor lamentablemente ha fallecido.

Este dulce es tal vez el único, que ha logrado a lo largo de la historia de la ciudad sostenerse por si mismo. Los carros de los turroneros se llenaban de colores con los lucumí. Al parecer ya no existe. En el Perú, es posible encontrar chumbeques y en uno de mis libros publiqué la receta. En su preparación, al igual que la comida china debió sufrir las innovaciones de los cocineros locales. El cocinar, se sabe, es un acto creativo, tanto como escribir un poema (me disculpan poetas y cocineros).

El chumbeque es la Biblia de los iquiqueños. Por su capas (dicen que antes este dulce era más alto), se puede advertir el auge y el ocaso de la ciudad. Y una que otra profecía.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *