Guillermo Ross-Murray

Datos Personales

Retrato hablado del poeta Ross-Murray

Guillermo Ross-Murray Lay-kim (22 de noviembre de 1944), iquiqueño, a juicio de Sabella «el de más armas líricas entre los jóvenes del norte grande».

Ross-Murray Lay-King, Guillermo: Profesión poeta. Domicilio y RUT desconocidos.

No se fíe por sus apellidos, a la hora de conocerlo. Hágale caso, mejor a la leyenda. Esta, entre otras cosas afirma que:

Tiene sólo cien libros. Y cuando recibe otro (no es su hábito comprarlos) regala uno. El asunto es que su cábala es el número cien.

Dicen que tiene un cuaderno con todos los chistes que se han hecho sobre los militares después del once.

Para él todos son imbéciles que hay que desasnar.

Todos los jueves escribe cartas que el día viernes echa al correo.

Resistió estoicamente al mundo del trabajo. Hoy trabaja en la Biblioteca Alonso de Ercilla. Lee diarios antiguos y le pagan por eso. Un privilegio. Habita la bóveda donde se almacena la historia de Iquique.

Tiene una concepción del tiempo inversamente proporcional al del neoliberalismo. Te detiene en cualquier esquina para monologar sobre lo humano y lo divino.

Es el poeta eterno de Iquique. Una calle de la caleta-mall-puerto espera por su nombre.

Sus Fábulas y Re-Fábulas lo introducen de nuevo, al menos públicamente, al mundo de las letras. La Universidad Arturo Prat se enorgullece de abrir sus páginas a este poeta-leyenda, medio maldito y bendito a la vez. Poeta, a quien por supuesto, más vale tenerlo como amigo. O mejor dicho como poeta que escribe y publica. A lo mejor, Esopo nació en Iquique y Guillermo Ross-Murray Lay-King, pena por él.

Bernardo Guerrero Jiménez

Tomado de la presentación a sus libro Fábulas y Re-Fábulas.

Sergio Gaytán escribió del poeta:

Aunque nació en Iquique, tiene estancias y estadías en Antofagasta, donde estudió Pedagogía en Castellano, Universidad del Norte; en la precordillera de la II Región; en Iquique, Arica y otras latitudes latinoamericanas.

Intelectual -poeta y dramaturgo- conocedor de esto y aquellos en lo literario.

Una no despreciable cantidad de poemas ha visto la letra impresa en revistas (Tebaida, Germinal, Cormorán y Delfín, Hacia, Extramuros, Las espuelas del Angel, La palabra escrita, Boreal, Mundo Nuevo).

El grupo de teatro de los Liceos Unidos (De Hombres y de Niñas, de Antofagasta), montó su obra En esta ciudad no sobra ningún niño (1970), que dirigió Cristian Trampe con escenografía de Juan Hernando león y Margarita Pellegrini, que obtuvo el primer lugar en u festival local.

Le permitió, luego, ser representado en a capital con singular éxito. En la línea de teatro (no exenta de impresionismo), denunciaba el problema del arsénico en la ciudad y cómo la pasión de multitudes, el fútbol, «devoraba», a sus seguidores.

Vino luego Florencia (1971), con el grupo de teatro del Instituto Superior de Comercio, que dirigía Manuel Chelmes J., y en donde varias actrices hacían el papel protagónico; obra basada en la inutilidad del lenguaje (su dimensión cero; lenguaje como negación de la comunicación). Después de su estreno, se representó también en varias ciudades de la IV Región.

Sólo en el borrador quedó su proyecto teatral «Un extraño caso de represión».

Junto a otros jóvenes creadores es incluido en el libro «La juventud del centenario» (1996).

Poéticamente hace su entrada oficial al mundo de las letras, editado por Guillermo Deisler: «En tus propias narices» (Ediciones Mimbre, 1969):

Triangulo

Voy quedando sin amigos
como mi madre
de años por vivir

Nada se puede
hacer; mirar
solamente
mirar

El texto insinúa algunas de las constantes temáticas que desarrollará in extenso en sucesivos trabajos: el humor negro e ironía; lo lárico (la infancia y el espacio nominado «casa», que no existió o no queda conciencia de ello); cierto romanticismo; lo social; el mundo de aquí y del ahora (una poesía un tanto más concreta donde se puede descubrir fecha, día y hora, de determinados acontecimientos); lo lírico que, paulatinamente, se va acercando a lo épico, en tanto no existiría separación entre el hombre y el hombre-autor, simbiosis de lo ético y lo estético.

Frente a esto Floridor Pérez, señaló: «En Guillermo Ross-Murray el hastío o la injusticia llegan a ser un malestar físico, contra el cual receta el acto poético purificador (La Defensa, Arica, 12/IV/1969).

Siete año más tarde, editó «Maramey» (Tocopilla, 1976) que pretende remozar la forma del madrigal, despojándolo de su carga sentimentaloide para dejarlo en un plano más de poesía pura, si acercamos este concepto a ciertos poemas de la factura de un Pedro Salinas. Es el proceso que revitaliza una instancia clásica hacia lo más contemporáneo:

«Me sorprendo, a veces, que adivino toda la primavera musicando en tu cuerpo.

Tu cabellera es raíz de la tierra.

Reconozco esa especie de ternura que golpea a las rosas y a los muertos

Si bien aparecen distantes las fechas de edición, no ocurre lo mismo con sus trabajo creador, el que es mantenido y sostenido en forma silenciosa e inclaudicable, llegando a convertirse en un verdadero proyecto de vida. es así, como en los años donde la democracia estuvo ausente, le fueron pródigos en creación, comienza desde el mismo día martes 11 de septiembre de 1973 a estructurar un Diario (literatura testimonial), cuyo objetivo se revela desde sus inicios: En tiempos de penuria,

algunos (por no
decir la mayoría) se cuelgan de un
corazón ajeno, tapian sus orejas y transcurren plácida, falsamente.

Otros -los
menos- olvidándose de sus vidas se
enfrentan a las Tinieblas.

Yo (ahora, demasiado triste para el amor. ¡inútil para
la guerra!) he optado por esta SUB
VERSION DE LA MEMORIA. Quizás, una pertinaz forma también
de sobrevivencia. Y -¿por qué no?- además. de una batalla secreta, solitaria,
trágica.

En él, la anotación día a día de hecho cotidiano, la simple y sorprendente intrahistoria nacional, adquirirá dimensiones insospechadas ya sea por su trascendencia o futilidad, expresiones de ciertos personeros (que pretendieron alcanzar dimensión de personajes) que ameritan la bien mentada «frase para el bronce», recortes de prensa (incluye además publicidad, espectáculos, datos estadísticos, movimientos bursátiles) con declaraciones que hoy desconciertan al conocerse el profundo abismo que mediaba entre la palabra prometida y el acontecimiento real, teniendo como base el Norte de Chile.

El sentido de la historia se barrunta en su muestra con ocasión de la Primera Semana del Salitre (1981), a la que adhiere el Instituto de Investigación Histórica de Tarapacá, de Iquique, con la edición del poema «La calle Baquedano» (39 versos), cuyo diseño gráfico cubre 42 páginas y pertenece a arquitecto e historiador Patricio Advis y las fotografías a José González Enei (fallecido en 1992).

Es un recorrido temporal desde épocas de esplendor («Huancavelica de ayer … «, «No daba, el océano, abasto/ para tanto navío»), hasta un presente con «balcones azorados y curiosos», que no llevan a una imagen de futuro donde «viejas palmeras avizoran horizontes inútiles».

Dada la época, el texto no estuvo ajeno a la censura (recomendaciones), la que se grafica en una línea de puntos que indica la ausencia de dos versos: «la justicia, allí, vendería sus labios/ por un puñado de peniques». que hacían referencia contextualmente a los sucesos de la Escuela Santa María (1907).

Sin dejar la poesía, asume una preocupación más intensa hacia los derechos humanos (compromiso ético), al pensar y ser consecuente con la idea de que el escritor debe estar en un plano de solidaridad con aquéllos que lo rodean, es decir, con los que se convierten en víctimas del poder y autoritarismo. Integra, entonces, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Desaparecidos, de Iquique (Afepi). De allí, una serie de poemas inéditos, como «Elegía Múltiple (1975); «¿Hasta cuándo Catalina?» (1986) y «Cantar de Bobby Sands» (1981), joven irlandés que prefirió morir de hambre, antes que claudicar frente a sus propios principios.

El tema lo continúa en una estructura de un corpus mayor (42 poemas), bajo el título de «Animal Desamparo» (inédito), que cubre cronológicamente desde septiembre de 1973 al 2 de junio de 1990, fecha en que se produce el hallazgo de la primera fosa en el puerto de Pisagua (Norte de Chile).

Otro texto inédito es el conjunto de poemas «El mundo de Cristina», de tono opuesto al anterior; es ahora la realidad luminosa, con amplio predominio de lo lírico, con sus temas de amor, los sueños, el arte:

Nevenka

Después de la muerte,
nada más indócil que tus ojos
-dos legiones de flechas y de rosas-
demasiado irrefutables
para que aniquilados sean
por ese rapaz, imprevisible olvido.

Aún, otro inédito «Fábulas y Refábulas (fue publicado año después por Ediciones Campvs de la Universidad Arturo Prat de Iquique), texto donde prima un exquisito humor intelectual. Pretende la desacralización de ciertos tópicos (arquetipos) y como toda obra de esta naturaleza, contiene una moraleja, la que a su vez también aparece invertida. Exije del lector una competencia mayor:

La tortuga y a liebre

Y mientras su adversario plácidamente duerme su siesta rutinaria, la tortuga victoriosa, alborozada, cruzará la meta. Y bueno -exclamará, Panchita-. Yo quería guiso de liebre; pero, me conformaré con sopa de tortuga».

En 1993, edita en Antofagasta su poema «Ariciam», cuyos versos iniciales afirman:

No escribo para los que saben leer, sino para los que sueñan.

Tomado de 14 autores nortinos
Ediciones Universitarias.
Universidad Católica del Norte.
Antofagasta, 1993, pp 69-73

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