Mameluco: Su nombre real era Marmaduque, pero eso era muy difícil de pronunciar para la familia pampina, por eso quedó en Mameluco (Diario «El Caliche», 1995: 5).
Mandíbula de cristal: Se le apoda al Francisco Bahamondes, boxeador iquiqueño. Le pegaban en la mandíbula y caía al suelo.
Mangalla: Que se parece a un determinado llamo.
Manso: Se le dice al tranquilo, en alusión a la calma que tienen los animales.
Maravilla: Apodo del boxeador Eduardo Prieto. Hacía maravillas en el ring.
María Elena: A este señor lo bautizaron con ese nombre «porque todo era mejor en María Elena» (Diario «El Caliche», 1995: 3).
Mascarrieles: Cruel verdad, pero no tenía dientes. Fue un gran deportista y trataba a todos como «viejos amigos» (Diario «El Caliche», 1995: 4).
Mentiras grandes: Era un mentiroso de esos con mayúscula o de aquellos que merecen un premio «Oscar» (Diario «El Caliche», 1995: 5).
Moca: Se les dice a aquellos que tartamudean. En la plaza Arica, el Moca Lucho Urdanivia.
Montón de humo: Se le dice a aquel de color oscuro.