1761-1817
Lo que Chile le debe a Tadeo Haenke
1.-Don Tadeo Haënke nació en Kreibitz (Bohemia) el año 1761. Estudió Medicina y Ciencias Naturales en Viena. Carlos III en 1788 organizó una expedición encargada de dar la vuelta al mundo y estudiar las producciones naturales de América y del lejano Oriente, formando parte de ésta, para los estudios botánicos, don Tadeo Haënke. Al mando de la expedición fue designado Alejandro Malaspina.
2.-Producto de la mencionada expedición, Tadeo Haënke escribió en los años 1789-1794 una descripción de Chile.
3.-Según Miguel Cruchaga, esa obra es la primera que habla de las propiedades fertilizantes del salitre chileno.
4.-El periódico “Minerva peruana», publicado en Lima, informó, con fecha 15 de julio de 1809, de que “en la provincia de Tarapacá se había descubierto nitrato de soda en un terreno que abrazaba como treinta leguas; que durante diez años se trabajó por los químicos intentando separar la soda o álcali mineral para convertirlo en nitrato de potasa; y que habiéndose ocurrido a don Tadeo Haënke, que vivía en Cochabamba ocupado en la botánica y con renta por el rey, practicó la separación y enseñó el beneficio, anunciando que produciría grandes provechos y que el salitre sería una riqueza considerable, pues había de explotarse en grandes cantidades» (extraído del Diccionario Mendiburu).
5.-Por todo lo anterior, en Chile, con justificada razón, don Tadeo Haënke está considerado entre los pioneros del proceso de explotación del salitre. En efecto, de acuerdo con el registro visual de la industria del salitre en Antofagasta (Museo de Antofagasta), “la explotación salitrera en Chile tuvo tres sistemas básicos de producción: Paradas, Shanks y Guggenheim. El primero de ellos, también llamado “fuego directo» fue ideado por Tadeo Haënke.
6.-Sin embargo, lo que Chile le debe a don Tadeo Haënke no se limita únicamente al ámbito del salitre. Así, otra parte de su valiosa contribución a nuestro país -lamentablemente desconocida para muchos chilenos-, guarda relación, nada menos, con el señalamiento del límite norte del Reino de Chile, el cual, como se verá, don Tadeo Haënke lo desarrolló por partida doble, tanto al referirse al límite norte de Chile como al referirse al límite sur del Perú, siendo ambas delimitaciones plenamente coincidentes. El límite norte del Reino de Chile se puede constatar en su obra “Descripción del Reyno de Chile», introducción de Agustín Edwards M.C., Editorial Nascimento, Santiago de Chile, 1942; y el límite sur del Reyno del Perú se puede ver en su obra “Descripción del Perú», Imprenta de El Lucero, Lima, 1901. En estas descripciones, el límite norte de Chile aparece totalmente abrochado al límite sur del Perú. Estos libros corresponden a los manuscritos del Museo Británico de Londres, catalogados con el número Add. 17.592, de los cuales el Gobierno del Perú sacó copia en 1890 y Chile en 1938, gracias a las gestiones del embajador don Agustín Edwards M.C.
7.-Sobre el límite norte del Reyno de Chile, Tadeo Haënke manifiesta en su “Descripción del Reyno de Chile» lo siguiente: “Examinaremos ahora aunque de paso, lo más notable que ofrece el Reyno de Chile, dividiéndolo en dos grandes artículos. El primero abrazará todo el territorio que corre desde el Cabo de Hornos hasta el río Bío-Bío; y el segundo la porción que desde aquí sigue para el N. hasta los límites del Perú (p. 118). “Este amenísimo Reyno y porción hermosa de la América, cuyos términos son, por el N. el río de Copiapó a los 25º de latitud austral, y el despoblado de Atacama que lo separa del Perú» (p. 119). “Descripción del país comprehendida entre el Río Bío-Bío y los límites del Virreynato del Perú» (p. 171). “Pasando el río Bío-Bío para el N. y entrando ya en la porción que verdaderamente poseemos del Reyno de Chile, la primera población que se presenta, y la que merece algún examen es la ciudad de la Concepción, capital de la Intendencia y Obispado de este nombre que forma la parte meridional de aquel Reyno comprehendiendo la setentrional lo que sigue para el N. hasta los confines del Perú» (p. 171). “Pasado ya el río Maule, que como hemos dicho termina al N. la extensión del Obispado a Intendencia de la Concepción, todo el terreno que desde él sigue hasta el desierto de Atacama pertenece exclusivamente al Obispado de Santiago» (p. 188). “Sin embargo es menester advertir que aunque la fertilidad del suelo de Chile sea tanta como acabamos de expresar, esta fertilidad es solamente parcial y no se extiende generalmente a todos los terrenos que componen aquel dilatado Reyno. Los de la parte meridional, esto es la porción comprehendida entre el Bío-Bío y Aconcagua es la mejor, pero su fertilidad decrece notablemente desde Aconcagua a Choapa, disminuyendo aún más corriendo al N. hasta el Guazco, siendo casi estéril en Copiapó y enteramente infructífera hasta dicho término del N. en los desiertos de Atacama» (ps.191-192).
8.-Con relación al límite sur del Perú, Haënke señala: “Partido de Tarapacá. Este partido se compone del pueblo y real de minas de Tarapacá que es su capital, del pueblo de Pica, del de Cibuya y del de Camina con 22 poblaciones menores anexas a las 4 principales. El terreno de este partido es semejante al de Arica, y el río más caudaloso que lo riega es el Loa, por donde confina con la provincia de Atacama del Reino de Chile» (p. 285).
9.-Tadeo Haënke, en razón de su extraordinaria formación científica, resulta ser un cronista de excepción. En esos manuscritos dejó constancia de lo que investigó y comprobó personalmente sobre lo que acontecía con el límite norte de Chile en 1794. Sus conclusiones son categóricas. A saber: a) El reino de Chile en 1794 limitaba con el virreinato del Perú; b) el límite era el río Loa; y, c) el desierto de Atacama era parte del Reino de Chile.
10.-La señalada descripción limítrofe de 1794 resultaría ser absolutamente coincidente con el límite norte fijado en las primeras Constituciones de 1822, 1823, 1828 y 1833, que señalan: a) “el territorio de Chile conoce por límites naturales: al norte, el despoblado de Atacama» (Constitución de 1822), b) “el territorio de Chile comprende de norte a sur desde el Cabo de Hornos hasta el despoblado de Atacama» (sic) (Constitución de 1823), c) “su territorio comprende de Norte a Sur desde el desierto de Atacama» (Constitución de 1828); y, d) “el territorio de Chile se extiende desde el Desierto de Atacama» (Constitución 1833).
En conclusión: Según estos antecedentes, nadie más que Chile ha tenido y tiene derechos sobre el Desierto de Atacama, por ser éste parte de su territorio, incluso, desde mucho antes que se constituyera como Estado independiente, como lo atestiguan los manuscritos de don Tadeo Haënke, con quien Chile tiene una deuda de gratitud permanente, por la valiosa descripción que realizó de éste poco antes de que alcanzara su Independencia y consolidara su jurisdicción territorial. (Santiago, 25 septiembre 2018).
Gustavo Fiamma