Cementerios

Se sienten los aromas de noviembre. Las flores cambian de lugar. De las quintas terminan sus días frente a una lápida, embelleciendola. Las hay de todos los colores. Huele a cloro además. Los floreros o los que cumplen esa función se lavan de forma pulcra. Los deudos en la solidaridad que provocan los muertos se saludan. Lo que era un oasis de tranquilidad en el año, se parece a un mercado, lleno de gente, de voces. En pasados  1 noviembre el tráfico de deudos que subían y bajaban por Bolívar era de nunca acabar.  La quinta de la familia Gamboni, “se hacía la América”.

En tardes de oasis jugábamos a los vaqueros entre nichos y mausoleos. La escena final del Bueno, el malo y el feo, parece inspirado en nuestro cementerio. El mito urbano dice que Leone y Morricone, en forma anónima buscaban a algún muerto del 21 de diciembre de 1907. Walter Miiicay le señalo la tumba de uno de ellos. Los menos íbamos a estudiar en esas tardes sin matineé.

El cementerio es un espacio educativo y de memoria. Una gran sala de clases donde conviven las diversas nacionalidades y credos religiosos que hubo en la ciudad. Una ciudad multicultural que se encontraba en las calles o en las canchas.  El gringo, el chino, el turco, el coño, el cholo, el indio, se entrecruzan en esa pequeña ciudad hecha para caminarla.

Nuestros muertos más queridos, mi madre, mis tíos, mis amigos como Chanchote, el Pelao Ahumada, Guachín Muñoz, asesinado por la Caravana de la Muerte, el Pepe González y tantos otros que aun no tienen lápida como el Freddy, Michael, Marcelo y tantos otros como mi querido guatón Nino Lamas.

Hay muertos abandonados a quienes nadie visita. El mausoleo de los masones es uno de ellos. El de la  familia Canelo, el más bello, está lleno de palomas, esos roedores del mármol. Y tantos otros que reclaman una flor fresca.

A muchos otros se les adorna con la camiseta del club y una lata de cerveza. La cerámica reemplazó al mármol y al pino oregón. En una lápida se lee “Hay muertos que alumbran los caminos”.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 29 de octubre de 2023.  

Bernardo Guerrero Jiménez

Sociólogo. Académico Unap

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