El sol con sus rayos anuncia la mañana
De firme sobre el puerto le viene a iluminar…
La nave tan querida despierta siempre ufana,
Sonriendo en sus costados los besos de la mar.
Audaz dominadora sobre enemiga rada,
Emblema inmaculado de inmaculado honor.
Tendida a todo viento, soberbia y descuidada,
Flamea su bandera de hermoso tricolor.
Los iris matutinos, su púrpura y su gualda
Le ofrecen orgullosos con rica profusión,
Porque la nave aquélla se llama “La esmeralda”
Y esa bandera hermosa, de Chile es el pendón.
Luis Rodríguez Velasco
Poeta y político
(1838-1919).