1883- 1921
Entre 1912 y 1915 esta mujer excepcional vivió en Iquique. En su diario de vida publicado por Ruth González-Vergara, “Teresa Wilms Montt. Libro del Camino” (1994), se refiere a su agitada vida en el puerto de Iquique. Lo dice con estas palabras: “Podré decir que ha sido el tiempo en que he gozado de mayor libertad”. Con respecto al hotel dijo: “Vivíamos en un hotel de mala muerte, pero era el mejor del puerto, rodeado de todo tipo de hombres extranjeros y chilenos, comerciantes, médicos, periodistas, literatos, etc… La noche era para charlar, el día para dormir, la tarde para escribir”. Pero fue también un tiempo de grandes sufrimientos. Al lado de esta dama de sociedad, vivía el poeta Víctor Domingo Silva. Teresa dice: “Yo conocía las miserias de su vida; el también conocía las mías. Eramos vecinos: el tabique muy delgado, faltaba poco para que fuese transparente”. Hay que recordar que Iquique, según la acertada expresión de Patricio Advis, “es un puerto de madera”. El poeta escribía versos que después la Wilms Montt recitaba en la noche iquiqueña, moderna y descarada. Su primo le dirá que la vida que ha llevado no corresponde a su rango. Pero ella le contesta: “Tal vez, pero allí aprendí a vivir la verdadera vida”.
Una calle en Iquique lleva su nombre