Mujer y borracha: La tonta Juana
De figura alta y enjuta, cabellera despeinada y ojos perdidos en vaya a saber uno qué sueño o pesadilla, la tonta Juana se caminaba las veredas enmaderadas de este puerto que supo vencer el olvido. Juana era tal vez la seña más precisa de su identidad. Lo de tonta, habrá sido por su afición al …