La muerte física por motivos políticos, tales como matanzas que el norte grande sufrió a fines de siglo y principios del presente, marcará rotundamente la identidad cultural de los iquiqueños.
Como un dato arraigado en la memoria popular, y transmitido por vía de la tradición oral, todas las generaciones de iquiqueños se han criado con relatos de macabras escenas, marcadas por la angustia de la muerte no deseada y por la injusticia.
Hombres y mujeres que deambulan por las noches de la escuela Santa María, y que la cultura popular tipifica como almas en penas, es parte ya del folklore infantil. Penar por no poseer un lugar estable donde descansar.
Sin embargo, la historia del movimiento obrero en esta zona, ha sido en plena de combatividad y de organización, a pesar de tanta matanza. Una y otra vez ha vuelto a reagruparse.
Casi como un signo de testarudez el movimiento obrero superó lo de Ramírez, Pontevedra, Santa María, San Gregorio, Marusia, La Coruña, etc. hasta llegar a 1973, en la que puesto en diferente posición, esta vez con un gobierno popular, ve fracasado su proyecto. Veamos algunas de las matanzas más emblemáticas.