Yo quiero que mi canto resuene en los confines
De Chile, nuestra patria heroica y majestuosa.
¡Que se oiga por doquiera los épicos clarines!
¡Que suba a lo más alto nuestra bandera hermosa!
Y fue allá en Iquique, donde en sangrienta justa
Los jóvenes chilenos pudieron demostrar,
Que el símbolo de un pueblo es su bandera augusta,
Lo cual en lo más alto debe siempre flamear.
Lucharon, pero en vano, la lucha fue tremenda,
Sólo un puñado de hombres, tres horas combatió,
Hundiéndose con su nave en desigual contienda
Y al tope la bandera que allí se sumergió.
Y allí murieron todos los jóvenes marinos
Que dieron un ejemplo de amor por este suelo,
Por este Chile hermoso, que el hado del destino
Le dio valientes hombres que moran en el cielo.
N.N.